En la
fábula, el jardín es un símbolo de la mente –explicó Julián–. Si cuidas de tu
mente, si la nutres y la cultivas como si fuera un fértil jardín, florecerá más
allá de tus expectativas. Pero si dejas que la maleza arraigue, nunca podrás
alcanzar la paz de espíritu y la armonía interna... Deja que te haga una pregunta,
John. Si yo fuera al patio donde tienes ese jardín del que tanto hablabas antes
y echara residuos tóxicos sobre tus queridas petunias, no te haría ninguna
ilusión
Por
supuesto. Es la tiranía del pensamiento empobrecido. La gente que piensa lo
mismo todos los días, cosas negativas en su mayoría, han caído en malos hábitos
mentales. En vez de concentrarse en las cosas buenas y pensar en cómo hacer que
todo sea mejor, son cautivos de sus respectivos pasados. Unos se preocupan de
fracasos sociales o problemas financieros. Otros se lamentan de sus infancias.
Otros, en fin, se preocupan de asuntos más insignificantes: el modo en que un
dependiente los ha tratado o el comentario malicioso de un compañero de trabajo.
De ese modo permiten que las preocupaciones priven a su mente de su fuerza
vital; están bloqueando el enorme potencial de la mente para aportar todo lo
que ellos quieran, emocional, física y espiritualmente. Estas personas no se
dan cuenta de que administrar la mente es administrar la vida.
A mí también
me sorprendió, pero es verdad. La mente puede hacer cosas extraordinarias, eso
ya lo sabes. El hecho de que tengas un deseo o un sueño significa que posees la
capacidad de llevarlo a cabo. Ésta es una de las grandes verdades universales
que los Sabios de Sivana conocen bien. Pero a fin de liberar el poder de
la mente, primero tienes que ser capaz de domarla y hacer que se concentre en
la tarea que tienes entre manos. En cuanto dirijas el foco de tu mente hacia un
solo propósito, tu vida se iluminará con regalos extraordinarios.
Como te he mencionado antes, desde el
momento en que conocí a Raman tuve la sensación de que era para mí el hermano
que nunca tuve. Esta noche, sentado aquí y disfrutando de esa mirada tuya de
intriga, siento la misma energía y el mismo vínculo. Te diré también que siempre
pensé en ti como en un hermano pequeño. Y para serte franco, veía muchas cosas
de mí mismo en ti.
–Eras un abogado increíble, Julián. Yo
jamás olvidaré tu convicción.
Pero Julián no tenía el menor deseo de
explorar sus gestas pasadas.
–John, quisiera seguir compartiendo
contigo los elementos de la fábula del yogui Raman, pero antes debo confirmar
una cosa. Has aprendido ya una serie de eficaces estrategias para el cambio
personal que pueden hacer maravillas si eres perseverante en su aplicación.
Esta noche voy a abrirte mi corazón y a revelarte todo cuanto sé, pues es mi
deber hacerlo. Sólo quiero cerciorarme de que entiendes lo importante que es que
tú pases este saber a todos aquellos que estén buscando una orientación. Vivimos en un mundo atribulado.
Lo negativo lo invade todo y en nuestra sociedad muchas personas flotan como
barcos sin timón, almas cansadas en busca de un faro que les impida estrellarse
contra las rocas de la costa. Tú debes hacer las veces de capitán. Deposito mi
confianza en ti para que lleves el mensaje de Sivana a todos aquellos que lo
necesiten.
Exactamente. No existe el caos en el
universo. Todo tiene su razón de ser, todo lo que te haya pasado o haya de
pasarte. Recuerda lo que dije, John: cada experiencia conlleva una lección que
aprender. Así que no insistas en lo secundario. Disfruta de la vida.